GLORIA:
No ambulancia no, nada de ambulancias, acabo de bajarme de una… Son como discotecas móviles de cadáveres, nada de ambulancias… nada de ambulancias… no soporto esas camillas espantosas donde amarran a las mujeres y las vuelven locas… porque ellas estaban bien, hasta que se la llevó esa ambulancia… y ya no volvió igual, una ambulancia se llevó a mi madre y cuando me la devolvieron en mi casa… dejaron un mueble con los ojos huecos, nada de ambulancias…
LOLA:
Señora, disculpe, pero usted se acaba de bajar de un coche. Debe haber sufrido una contusión cerebral… A ver ¿CÓMO SE LLAMA?
GLORIA:
¿Es usted médico? Lo dudo con esa pinta, y señorita yo me acabo de estrellar con ese coche, no de bajar de ese coche, y esta noche he dejado a mis hijos recién nacidos en un hospital y me he vuelto a mi casa sola en una ambulancia… las ambulancias transportan dolor y malas noticias, y no me pregunte por el nombre de mis hijos, están en una incubadora en el Clínico, y aún no sé cómo llamarlos… los he parido hace apenas unas horas… y los he parido sola… como paren las ciervas, porque mi marido es Lapón, y en Laponia las mujeres paren solas… pero ahora mi marido ya no es mi marido, es mi ex marido… y se va a convertir en ex -padre…
LOLA:
Seguro que su ex marido no era argentino, si lo fuese no se lo quitaba tan fácilmente de encima… y no me grite… no soy sorda.

2 comentarios:
Muy Grande LABIOS!
Carlos tus textos serán objeto de culto en el futuro, bueno ya lo son, pero quiero decir "más todavía".
;)
Buenísimo tu blog Carlitos, da gusto leer sobre un artista tan grande como tú!
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